Óscar Arturo Hahn Garcés (Iquique, 5 de julio de 1938) es un poeta, ensayista y crítico chileno, integrante de la generación literaria de los años 1960, Premio Nacional de Literatura 2012.
De cirios y de lirios (soneto)
El lirio azul el lirio fucsia el lirio
de color colorado el lirio triste
con pétalos de cera se reviste
y va a la fiesta convertido en cirio
En cirio gris en cirio negro en cirio
de las aguas sin luz en cirio triste
que al llegar de la fiesta se desviste
y vuelve a ser en el jardín un lirio
O este espejo se está poniendo viejo
o lo que estoy mirando es un delirio
dice la flor hablándole al espejo
Adentro del azogue brota un cirio
y al tiempo que se enciende su reflejo
al fondo del jardín se apaga un lirio.
Fragmentos de Heráclito al estrellarse contra el cielo
Heráclito vivía en un río de Éfeso
encerrado en la placenta del sueño
lejos de los dormidos de la ribera
Heráclito tenía la barba luenga
y la lengua larga para lamerte mejor
No nos bañamos dos veces en el mismo río
No entramos dos veces en el mismo cuerpo
No nos mojamos dos veces en la misma muerte
A bordo de un tonel sube el Oscuro
en dirección a los rápidos rápidos
a contracorriente de Parménides
y desemboca en la Biblioteca de Londres
con la barba más negra y ancestros de aire
Heráclito vivía en un río de Éfeso
pero no se bañaba dos veces en el mismo río
Se bañaba en la catarata de un ojo
Se bañaba en su acuoso cuerpo
y rielaba fluía y ondulaba
Parménides vivía en un bloque de hielo
y se bañaba siempre en el mismo bloque
El que se purifica manchándose con sangre
el que se limpia el barro con barro
en este punto trata de retornar contradiciéndose
y reingresa en las llamas acuáticas
en las aguas flamígeras que flamean
A grupas de la luz monta el Oscuro
en dirección al gran Fuego celeste
a la velocidad del sentimiento
de los que se aman a primera vista
y se destroza en astillas de hielo
contra los muros del espacio finito
embarrado de estiércol y fango estelar
Si Heráclito no tuviera hidropesía
las clínicas se llenarían de agua
las camas blancas de arroyos enfermos
si Heráclito no tuviera hidropesía
Y en el Corral de las Constelaciones
los animales luminosos disputan
los desperdicios de su cuerpo encallado
La Osa chupa la miel de sus vértebras
el Pez desgarra sus carnes con algas
y el Can entierra en el cielo sus huesos
Heráclito vivía en el éter del cosmos
y era una tempestad de aerolitos
en dirección a los Mares terrestres
Heráclito tenía el alma seca
y el vino triste y un aire soñoliento
¿Por qué escribe usted?
Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín
Porque Góngora porque la tierra porque el sol:
porque San Juan porque la luna porque Rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel
Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed
porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas porque más
porque algún día porque todos porque quizás
miércoles, 18 de enero de 2017
jueves, 15 de diciembre de 2016
Hugo Mujica (Buenos Aires, 1942)
Hugo Mujica nació en Buenos Aires en 1942. Estudió Bellas Artes,
Filosofía, Antropología Filosófica y Teología.
Se pone el sol tras la ventana /
de la cocina /
el té está casi listo".
Sed adentro
La boca abierta bajo la lluvia
y el agua
buceando el alma.
Sed adentro
hasta donde el mar se seca noche,
hasta
donde la sed amanece playa.
Embozo
La poesía es sombra de la
transparencia que transparenta sombras; es lo escrito en lo callado: lo
escondido en la semejanza. Es mostrarse en un espejo que va cayendo, que
mientras cae muestra inverosímil lo reflejado.
Una vez más
Después del relámpago es otra
la misma noche:
es
que todo es lo que es y también
una
vez más.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Hans Magnus Enzensberger (Alemania, 1929 )
Hans Magnus Enzensberger
Reseña biográfica Poeta, pensador y ensayista alemán nacido en Kaufbeuren en 1929. Licenciado en Germanística, Literatura y Filosofía, por las universidades de Erlangen, Friburgo y Hamburgo, se doctoró, en La Sorbona en Paris en 1955 con una tesis sobre la poesía de Clemens Brentano. Obras: "Poesía para los que no leen poesía" en 1972, "Mausoleo" en 1975, "El filántropo" en 1985, "Las máscaras de la razón" en 1995, y "Los elixires de la ciencia" en 2002. Premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 2002. © De "Poesías para los que no leen poesías" 1971 canción para los que saben sabemos que hay que hacer algo inmediatamente lo sabemos pero naturalmente es demasiado pronto para hacerlo pero naturalmente es demasiado tarde para hacerlo lo sabemos que realmente estamos bastante bien y que así vamos a continuar y que esto no sirve para nada lo sabemos que somos nosotros los culpables y que no es culpa nuestra que seamos culpables y que somos culpables por ese mismo hecho y que estamos hartos con ello lo sabemos que quizá no vendría mal callarse un poco y que a fin de cuentas no vamos a callarnos lo sabemos lo sabemos y que a nadie podemos ayudar verdaderamente y que nadie verdaderamente puede ayudarnos lo sabemos y que somos tan inteligentes y libres para elegir entre la nada y lo nulo y que debemos estudiar este problema muy cuidadosamente y que echamos dos terrones de azúcar en el té lo sabemos que somos enemigos de la opresión y que los cigarrillos han subido de precio lo sabemos y que la nación se está metiendo en un tremendo lío y que nuestros vaticinios se mostrarán ciertos y que no sirven para nada lo sabemos y que todo esto es verdad lo sabemos y que sobrevivir no es todo sino muy poca cosa lo sabemos y que sobreviviremos lo sabemos y que todo esto no es nada nuevo y que la vida es preciosa y que eso es todo lo sabemos lo sabemos lo sabemos perfectamente bien y que lo sabemos perfectamente bien eso también lo sabemos
1968
De "Poesías para los que no leen poesías" 1971 Versión de Heberto Padilla Lo definitivo sobre cuestiones de certeza Hay enunciados. Hay enunciados que son verdaderos. Hay enunciados que no son verdaderos. Hay enunciados en los que no se puede decidir si son verdaderos o falsos. Hay enunciados en los que no se puede decidir si el enunciado que no se puede decidir si es verdadero o no, es verdadero o no, etc. De "Los elixires de la ciencia" 2002 Versión de José Luis Reina Palazón |
lunes, 12 de diciembre de 2016
Roberto Juarroz
Roberto Juarroz (Cnel Dorrego, Buenos Aires, Argentina, 1925 – Buenos Aires, Argentina, 1995)
Graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (como Bibliotecario) y en Ciencias de la información por la Universidad de Buenos Aires. Profesor universitario.
La parte más importante de su obra, está reunida en un volumen numerado bajo el título de Poesía Vertical.
A veces me parece...
A veces me parece
que estamos en el centro
de la fiesta
sin embargo
en el centro de la fiesta
no hay nadie
En el centro de la fiesta
está el vacío
Pero en el centro del vacío
hay otra fiesta.
Ir hasta el extremo es quedarse
Ir hasta el extremo es quedarse sin lugar,
porque el extremo no es un lugar.
Más allá no hay espacio
y quien fue hasta el extremo
no puede ya retroceder.
Ir hasta el extremo consiste precisamente
en hallar la imposibilidad del regreso.
O quizá tan solo
la imposibilidad.
Y lo imposible no necesita lugar.
El centro del amor...
El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.
Graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (como Bibliotecario) y en Ciencias de la información por la Universidad de Buenos Aires. Profesor universitario.
La parte más importante de su obra, está reunida en un volumen numerado bajo el título de Poesía Vertical.
A veces me parece...
A veces me parece
que estamos en el centro
de la fiesta
sin embargo
en el centro de la fiesta
no hay nadie
En el centro de la fiesta
está el vacío
Pero en el centro del vacío
hay otra fiesta.
Ir hasta el extremo es quedarse
Ir hasta el extremo es quedarse sin lugar,
porque el extremo no es un lugar.
Más allá no hay espacio
y quien fue hasta el extremo
no puede ya retroceder.
Ir hasta el extremo consiste precisamente
en hallar la imposibilidad del regreso.
O quizá tan solo
la imposibilidad.
Y lo imposible no necesita lugar.
El centro del amor...
El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.
Oliverio Girondo
Oliverio Girondo (Buenos
Aires, 1891, Buenos Aires 1967)
Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891.
Estudió Derecho, y publicó en 1922 su primer libro de poemas, «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía», seguidos luego por «Calcomanías» en 1925, «Espantapájaros» en 1932, «Persuasión de los días» en 1942, «Campo nuestro» en 1946 y «En la masmédula» en 1954, obra que constituye en su trabajo más audaz en el campo de la poesía.
En 1965 viajó por última vez a Europa
y a su regreso a Buenos Aires, falleció en 1967.
Gratitud
Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.
Tropos
Toco
toco poros
amarras
calas toco
teclas de nervios
muelles
tejidos que me tocan
cicatrices
cenizas
trópicos vientres toco
solos solos
resacas
estertores
toco y mas toco
y nada
Prefiguras de ausencia
inconsistentes tropos
qué tú
qué qué
qué quenas
qué hondonadas
qué máscaras
qué soledades huecas
qué sí qué no
qué sino que me destempla el
toque
qué reflejos
qué fondos
qué materiales brujos
qué llaves
qué ingredientes nocturnos
qué fallebas heladas que no abren
qué nada toco
en todo
Pleamar
Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de
eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.
Poema 12 ( probablemente, su
poema más famoso)
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se
desnudan,
se respiran, se acuestan, se
olfatean,
se penetran, se chupan, se
demudan,
se adormecen, se despiertan, se
iluminan,
se codician, se palpan, se
fascinan,
se mastican, se gustan, se
babean,
se confunden, se acoplan, se
disgregan,
se aletargan, fallecen, se
reintegran,
se distienden, se enarcan, se
menean,
se retuercen, se estiran, se
caldean,
se estrangulan, se aprietan se
estremecen,
se tantean, se juntan,
desfallecen,
se repelen, se enervan, se
apetecen,
se acometen, se enlazan, se
entrechocan,
se agazapan, se apresan, se
dislocan,
se perforan, se incrustan, se
acribillan,
se remachan, se injertan, se
atornillan,
se desmayan, reviven,
resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se
enloquecen,
se derriten, se sueldan, se
calcinan,
se desgarran, se muerden, se
asesinan,
resucitan, se buscan, se
refriegan,
se rehúyen, se evaden, y se
entregan.
jueves, 8 de diciembre de 2016
Li Bai (Li Po)
/ pero la blanca luna me ilumina
El santuario de la cumbre
La cumbre, el monasterio.
Ya es noche. Alzo la mano
y toco a las estrellas.
Hablo en voz baja: temo
que se despierte el cielo.
Despedida en una taberna de Jinling
Las flores de los sauces
se mecen con la brisa
e inundan la taberna de fragancia.
Mis jóvenes amigos de Jinling
vienen a despedirme.
Una hermosa doncella nos escancia el licor.
Entre "adiós" y " adiós",
apuramos una copa tras otra.
Preguntad. ¡ oh amigos ! al gran río que corre hacia el este:
¿qué acabará primero, su curso o mi añoranza?
Li Bai (chino: 李白, pinyin: Lǐ Bái, Wade-Giles: Li Pai) (701-762) fue un poeta chino considerado el mayor poeta romántico de la dinastía Tang. El carácter 白, pronunciado bái en mandarín moderno, tenía en el pasado una pronunciación alternativa bó, motivo por el cual su nombre se transcribía antiguamente como Li Po, representación según el sistema Wade-Giles de esta pronunciación obsoleta.
Conocido como el poeta inmortal, se encuentra entre los más respetados poetas de la historia de la literatura china.
domingo, 4 de diciembre de 2016
Wislawa Szymborska (todos pero bueno...)
Wisława Szymborska (AFI: vʲisˈwava ʂɨmˈbɔrska) (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1 de febrero de 2012) fue una poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.
Obra
Por eso vivimos (Dlatego żyjemy, 1952)
Preguntas a mí misma (Pytania zadawane sobie, 1954)
Llamando al Yeti (Wołanie do Yeti, 1957)
Sal (Sól, 1962)
Mil alegrías, un encanto (Sto pociech, 1967)
Si acaso (Wszelki wypadek, 1975)
Gente en el puente (Ludzie na moście, 1986)
Fin y principio (Koniec i początek, 1993)
De la muerte sin exagerar (1996)
No sé qué gente (1997) Discurso ante la Academia Nobel.
Instante (2002).
Dos puntos (2004).
Hasta aquí (2009).
Lectura
No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.
Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.
No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.
En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.
De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán
Lectura
No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.
Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.
No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.
En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.
De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán
Si acaso
Podía ocurrir.
Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió; no a ti.
Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.
Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.
Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás? ¿Directamente de un momento todavía entreabierto?
¿La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto?
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.
De "Si acaso" 1978
Versión de Abel A. Murcia
A mi propio poema
En el mejor de los casos
serás, mi querido poema, atentamente leído,
comentado y recordado.
En el peor de los casos
solo leído.
Hay una tercera posibilidad:
aunque escrito,
un instante después arrojado a la papelera.
Puedes optar aún por utilizar una cuarta salida:
desaparecer no escrito
ronroneando satisfecho algo para tus adentros.
Por eso vivimos (Dlatego żyjemy, 1952)
Preguntas a mí misma (Pytania zadawane sobie, 1954)
Llamando al Yeti (Wołanie do Yeti, 1957)
Sal (Sól, 1962)
Mil alegrías, un encanto (Sto pociech, 1967)
Si acaso (Wszelki wypadek, 1975)
Gente en el puente (Ludzie na moście, 1986)
Fin y principio (Koniec i początek, 1993)
De la muerte sin exagerar (1996)
No sé qué gente (1997) Discurso ante la Academia Nobel.
Instante (2002).
Dos puntos (2004).
Hasta aquí (2009).
Lectura
No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.
Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.
No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.
En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.
De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán
Lectura
No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.
Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.
No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.
En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.
De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán
Si acaso
Podía ocurrir.
Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió; no a ti.
Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.
Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.
Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás? ¿Directamente de un momento todavía entreabierto?
¿La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto?
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.
De "Si acaso" 1978
Versión de Abel A. Murcia
A mi propio poema
En el mejor de los casos
serás, mi querido poema, atentamente leído,
comentado y recordado.
En el peor de los casos
solo leído.
Hay una tercera posibilidad:
aunque escrito,
un instante después arrojado a la papelera.
Puedes optar aún por utilizar una cuarta salida:
desaparecer no escrito
ronroneando satisfecho algo para tus adentros.
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