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sábado, 18 de marzo de 2017

Ana Ajmátova




Nació un 23 de junio de 1889 en Odessa, Rusia
Fue una poetisa extraordinaria del siglo XIX y pese a que muchos la recuerdan como la esposa de Nikolai Gumiliov, el lugar en la literatura se la ha ganado con honores.
Falleció en la ciudad de Moscú en 1966


Llegué a visitar al poeta 
A Alexander Blok

Llegué a visitar al poeta
exactamente al mediodía, un domingo.
En el cuarto espacioso reinaba el silencio
afuera, en la calle, hacía frío.

Un sol agradable se paseaba
sobre el tupido humo grisazul...
El poeta me miraba fijamente,
en silencio, como un gran anfitrión.

Es mejor ser cuidadosa
y no mirar nunca a sus ojos;
son ojos tan extraños
que jamás se pueden olvidar.

No olvidaré ese encuentro
aquel brumoso mediodía de domingo
a las orillas del Neva
en una casa grande y gris.


Cuando la luna es de melón

Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
y la nieve del paño y arde una bujía de cera
tal que en la niñez, mariposas zumban
la calma, que no oye mi palabra, retumba
entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
la soledad en sus redes me hizo prisionera
el gato negro el alma me mira, como ojos centenarios
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.


La musa 
Cuando en la noche oscura espero su llegada,
se me antoja que todo pende de un hilo.
¿Qué valen los honores, la libertad incluso,
cuando ella acude presta y toca el caramillo?

Mira, ¡ahí viene! Ella se echa a un lado el velo
y se me queda mirando larga y fijamente. Yo digo:
"¿Has sido tú la que le dictó a Dante las páginas
sobre el infierno?"
Y ella responde: "Yo soy aquella."

jueves, 9 de febrero de 2017

Anna Swir ( Polonia, 1909 - Cracovia, 1984


Anna Świrszczyńska, también conocida como Anna Swir, nació en Varsovia, el 7 de febrero de 1909. Poeta y dramaturga. Su mundo poético es muy personal y la temática de su poesía es variada: el amor, la vejez, la enfermedad, la maternidad, el deseo, el erotismo, el rechazo, la añoranza.



Soy torpe

Soy torpe.
Mi torpeza
apesta increíblemente,
como mi piel cuando
no es lavada.


Mi torpeza
apesta
como un gigantesco y salvajísimo
animal, como la hembra
de ese animal.


Sé vivir
solo tanto tiempo
como me permita mamar
su ubre
mi madre, la torpeza.




Ella tiene miedo


Al lado de la mujer
está acostado su hombre.
La mujer tiene miedo
de que él vuelva a matarla.


¿No vas a volver a matarme?
pregunta la mujer.
No te voy a matar, dice el hombre.


Pero ella tiene miedo
de que él vuelva a matarla.


Entonces corre a la ventana y salta al pavimento.
Y ya está a salvo
de bruces sobre el pavimento.
Él ya no volverá a matarla.


Gracias a los zapatos 


Soy poco importante
Jamás lo olvido.
Camino como alguien poco importante,
me siento como alguien poco importante,
me lavo, duermo y como de un modo
absolutamente poco importante.
Esto se debe, parece ser,
a que en la infancia
siempre tuve zapatos rotos.
Gracias a esos zapatos
sin sobresalto daré la bienvenida
en algún momento poco importante
al poco importante hecho de pasar
oficialmente
al estado de poca importancia colectiva.





jueves, 26 de enero de 2017

Juana de América ( Uruguay 1892 - 1979)




Juana de Ibarbourou
(Fernández Morales, de soltera), también conocida como Juana de América (Melo, 8 de marzo de 1892-Montevideo, 15 de julio de 1979), fue una poeta uruguaya.


LA HIGUERA

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos, 
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se visten...

Por eso,
cada verz que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
-Es la higuera el más bello
de los árboles en el huerto.

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo, le cuente:
-Hoy a mi me dijeron hermosa.




EL DULCE MILAGRO

¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
"¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!"

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de estos y que solo entiende
que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas y color y forma,
y que solo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: "Voy con la dulzura",
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo, carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: "Mis manos florecen.
rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen".
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia 
de un inmenso ramo de rosas de Francia!

miércoles, 18 de enero de 2017

Ernesto Cardenal (Nicaragaua - 1925 -2009)


Ernesto Cardenal Martínez (GranadaNicaragua20 de enero de 1925) es un poetasacerdoteteólogoescritortraductorescultor y político nicaragüense. En el añoe2009 fue condecorado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en Chile y a principios del 2012, con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Sofía de Poesía Iberoamericana.

Epigramas

*
 Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

*

Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.

*

Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.


*
Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone

Te mataron y no
nos dijeron donde
enterraron su cuerpo,

Pero desde entonces
todo el territorio
es tu sepulcro
o más bien;
en cada palmo
de territorio nacional
en que
no está tu cuerpo
tú resucitaste
Creyeron que te
mataban con una orden
de ¡fuego!
Creyeron que te
enterraban
Y lo que hacían
era enterrar una semilla.


Óscar Hahn (Chile, 1938)

Óscar Arturo Hahn Garcés (Iquique5 de julio de 1938) es un poetaensayista y crítico chileno, integrante de la generación literaria de los años 1960, Premio Nacional de Literatura 2012.



De cirios y de lirios (soneto)

El lirio azul el lirio fucsia el lirio
de color colorado el lirio triste
con pétalos de cera se reviste
y va a la fiesta convertido en cirio

En cirio gris en cirio negro en cirio
de las aguas sin luz en cirio triste
que al llegar de la fiesta se desviste
y vuelve a ser en el jardín un lirio

O este espejo se está poniendo viejo
o lo que estoy mirando es un delirio
dice la flor hablándole al espejo

Adentro del azogue brota un cirio
y al tiempo que se enciende su reflejo
al fondo del jardín se apaga un lirio.


Fragmentos de Heráclito al estrellarse contra el cielo

Heráclito vivía en un río de Éfeso
encerrado en la placenta del sueño
lejos de los dormidos de la ribera
Heráclito tenía la barba luenga
y la lengua larga para lamerte mejor
No nos bañamos dos veces en el mismo río
No entramos dos veces en el mismo cuerpo
No nos mojamos dos veces en la misma muerte
A bordo de un tonel sube el Oscuro
en dirección a los rápidos rápidos
a contracorriente de Parménides
y desemboca en la Biblioteca de Londres
con la barba más negra y ancestros de aire

Heráclito vivía en un río de Éfeso
pero no se bañaba dos veces en el mismo río
Se bañaba en la catarata de un ojo
Se bañaba en su acuoso cuerpo
y rielaba fluía y ondulaba
Parménides vivía en un bloque de hielo
y se bañaba siempre en el mismo bloque
El que se purifica manchándose con sangre
el que se limpia el barro con barro
en este punto trata de retornar contradiciéndose
y reingresa en las llamas acuáticas
en las aguas flamígeras que flamean
A grupas de la luz monta el Oscuro
en dirección al gran Fuego celeste
a la velocidad del sentimiento
de los que se aman a primera vista
y se destroza en astillas de hielo
contra los muros del espacio finito
embarrado de estiércol y fango estelar

Si Heráclito no tuviera hidropesía
las clínicas se llenarían de agua
las camas blancas de arroyos enfermos
si Heráclito no tuviera hidropesía
Y en el Corral de las Constelaciones
los animales luminosos disputan
los desperdicios de su cuerpo encallado

La Osa chupa la miel de sus vértebras
el Pez desgarra sus carnes con algas
y el Can entierra en el cielo sus huesos
Heráclito vivía en el éter del cosmos
y era una tempestad de aerolitos
en dirección a los Mares terrestres
Heráclito tenía el alma seca
y el vino triste y un aire soñoliento




¿Por qué escribe usted?

Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín

Porque Góngora porque la tierra porque el sol:
porque San Juan porque la luna porque Rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel

Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed

porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas porque más
porque algún día porque todos porque quizás



jueves, 15 de diciembre de 2016

Hugo Mujica (Buenos Aires, 1942)

Hugo Mujica nació en Buenos Aires en 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología.



Su primer poema aparecido en  Mirando las lluvias caer (Monte Ávila Editores)


Se pone el sol tras la ventana /

de la cocina /

el té está casi listo".



Sed adentro
La boca abierta bajo la lluvia
                                  y el agua buceando el alma.

Sed adentro
hasta donde el mar se seca noche,
                                       hasta donde la sed amanece playa.




Embozo
La poesía es sombra de la transparencia que transparenta sombras; es lo escrito en lo callado: lo escondido en la semejanza. Es mostrarse en un espejo que va cayendo, que mientras cae muestra inverosímil lo reflejado.



Una vez más
Después del relámpago es otra
                                                      la misma noche:

                                           es que todo es lo que es y también
                                                                                             una vez más.




                 


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Hans Magnus Enzensberger (Alemania, 1929 )









Hans Magnus Enzensberger










Reseña biográfica

Poeta, pensador y ensayista alemán nacido en Kaufbeuren en 1929.
Licenciado en Germanística, Literatura y Filosofía, por las universidades de Erlangen, Friburgo y Hamburgo, se doctoró, en La Sorbona en Paris en 1955 con una tesis sobre la poesía de Clemens Brentano.
Obras: "Poesía para los que no leen poesía" en 1972, "Mausoleo" en 1975, "El filántropo" en 1985, "Las máscaras de la razón" en 1995, y "Los elixires de la ciencia" en 2002.
Premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 2002. ©


De "Poesías para los que no leen poesías" 1971

canción para los que saben

sabemos que hay que hacer algo inmediatamente
lo sabemos
pero naturalmente es demasiado pronto para hacerlo
pero naturalmente es demasiado tarde para hacerlo
lo sabemos

que realmente estamos bastante bien
y que así vamos a continuar
y que esto no sirve para nada
lo sabemos

que somos nosotros los culpables
y que no es culpa nuestra que seamos culpables
y que somos culpables por ese mismo hecho
y que estamos hartos con ello
lo sabemos

que quizá no vendría mal callarse un poco
y que a fin de cuentas no vamos a callarnos
lo sabemos
lo sabemos

y que a nadie podemos ayudar verdaderamente
y que nadie verdaderamente puede ayudarnos
lo sabemos

y que somos tan inteligentes
y libres para elegir entre la nada y lo nulo
y que debemos estudiar este problema muy cuidadosamente
y que echamos dos terrones de azúcar en el té
lo sabemos

que somos enemigos de la opresión
y que los cigarrillos han subido de precio
lo sabemos

y que la nación se está metiendo en un tremendo lío
y que nuestros vaticinios se mostrarán ciertos
y que no sirven para nada
lo sabemos

y que todo esto es verdad
lo sabemos

y que sobrevivir no es todo sino muy poca cosa
lo sabemos

y que sobreviviremos
lo sabemos

y que todo esto no es nada nuevo
y que la vida es preciosa
y que eso es todo
lo sabemos
lo sabemos
lo sabemos perfectamente bien

y que lo sabemos perfectamente bien
eso también lo sabemos




1968

De "Poesías para los que no leen poesías" 1971
Versión de Heberto Padilla






Lo definitivo sobre cuestiones de certeza


Hay enunciados.
Hay enunciados que son verdaderos.
Hay enunciados que no son verdaderos.
Hay enunciados en los que no se puede decidir
si son verdaderos o falsos.
Hay enunciados en los que no se puede decidir
si el enunciado que no se puede decidir
si es verdadero o no,
es verdadero o no,
etc.

De "Los elixires de la ciencia" 2002
Versión de José Luis Reina Palazón




lunes, 12 de diciembre de 2016

Roberto Juarroz

Roberto Juarroz (Cnel Dorrego, Buenos Aires, Argentina, 1925 – Buenos Aires, Argentina, 1995)
Graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (como Bibliotecario) y en Ciencias de la información por la Universidad de Buenos Aires. Profesor universitario.
La parte más importante de su obra, está reunida en un volumen numerado bajo el título de Poesía Vertical.

A veces me parece...

A veces me parece
que estamos en el centro
de la fiesta
sin embargo
en el centro de la fiesta
no hay nadie
En el centro de la fiesta
está el vacío
Pero en el centro del vacío
hay otra fiesta.


Ir hasta el extremo es quedarse 

Ir hasta el extremo es quedarse sin lugar,
porque el extremo no es un lugar.
Más allá no hay espacio
y quien fue hasta el extremo
no puede ya retroceder.
Ir hasta el extremo consiste precisamente
en hallar la imposibilidad del regreso.
O quizá tan solo
la imposibilidad.
Y lo imposible no necesita lugar.



El centro del amor...


El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.






Oliverio Girondo


Oliverio Girondo  (Buenos Aires, 1891, Buenos Aires 1967



Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891.
Estudió Derecho, y publicó en 1922 su primer libro de poemas, «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía», seguidos luego por  «Calcomanías» en 1925, «Espantapájaros» en 1932, «Persuasión de los días» en 1942, «Campo nuestro» en 1946 y «En la masmédula» en 1954, obra que constituye en su trabajo más audaz en el campo de la poesía.
En 1965 viajó por última vez a Europa
y a su regreso a Buenos Aires, falleció en 1967.


Gratitud

Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.

Tropos

Toco
toco poros
amarras
calas toco
teclas de nervios
muelles
tejidos que me tocan
cicatrices
cenizas
trópicos vientres toco
solos solos
resacas
estertores
toco y mas toco
y nada
Prefiguras de ausencia
inconsistentes tropos
qué tú
qué qué
qué quenas
qué hondonadas
qué máscaras
qué soledades huecas
qué sí qué no
qué sino que me destempla el toque
qué reflejos
qué fondos
qué materiales brujos
qué llaves
qué ingredientes nocturnos
qué fallebas heladas que no abren
qué nada toco
en todo

Pleamar

Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.


Poema 12 ( probablemente, su poema más famoso)

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden, y se entregan.




domingo, 4 de diciembre de 2016

Wislawa Szymborska (todos pero bueno...)










Wisława Szymborska (AFI: vʲisˈwava ʂɨmˈbɔrska) (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1 de febrero de 2012) fue una poetisa, ensayista y traductora polaca, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996.


Obra


Por eso vivimos (Dlatego żyjemy, 1952)
Preguntas a mí misma (Pytania zadawane sobie, 1954)
Llamando al Yeti (Wołanie do Yeti, 1957)
Sal (Sól, 1962)
Mil alegrías, un encanto (Sto pociech, 1967)
Si acaso (Wszelki wypadek, 1975)
Gente en el puente (Ludzie na moście, 1986)
Fin y principio (Koniec i początek, 1993)
De la muerte sin exagerar (1996)
No sé qué gente (1997) Discurso ante la Academia Nobel.
Instante (2002).
Dos puntos (2004).
Hasta aquí (2009).


Lectura

No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.

Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.

No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.

En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.

De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán















Lectura

No ser un púgil, Musa, es como no ser nada.
Nos negaste un auditorio enardecido.
Hay doce personas en la sala,
es hora de empezar.
La mitad vino porque llueve,
los demás son parientes. Musa.

Las mujeres podrían desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán, pero sólo frente al ring.
Escenas dantescas sólo allí.
Y el éxtasis. Musa.

No ser un boxeador, ser un poeta,
con una condena a poemas forzados,
y a falta de músculos mostrarle al mundo
-en el mejor de los casos- una lectura escolar en el futuro.
Oh Musa. Oh Pegaso,
ángel equino.

En la primera fila un viejecito sueña dulcemente
que su difunta esposa ha vuelto de la tumba
para hornearle una tarta de ciruelas.
Con fuego, pero no muy alto, porque se quema la tarta,
comenzamos la lectura, Musa.

De "Llamando al Yeti" 1957
Versión de Gerardo Beltrán




Si acaso

Podía ocurrir.
Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió; no a ti.

Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.

Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.

Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás? ¿Directamente de un momento todavía entreabierto?
¿La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto?
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.

De "Si acaso" 1978
Versión de Abel A. Murcia




A mi propio poema

En el mejor de los casos
serás, mi querido poema, atentamente leído,
comentado y recordado.

En el peor de los casos
solo leído.

Hay una tercera posibilidad:
aunque escrito,
un instante después arrojado a la papelera.

Puedes optar aún por utilizar una cuarta salida:
desaparecer no escrito
ronroneando satisfecho algo para tus adentros.

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899 - Suiza 1986)




EL GRAN MAESTRO  

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899- Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y el pensamiento universales, además de objeto de minuciosos análisis y múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye todo tipo de dogmatismo.




Cuentos
Historia universal de la infamia (1935)
Ficciones (1944)
El Aleph (1949)
El informe de Brodie (1970)
El libro de arena (1975)
La memoria de Shakespeare


Poemas
Fervor de Buenos Aires (1923)
Luna de enfrente (1925)
Cuaderno San Martín (1929)
El hacedor (1960). Poesía y prosa.
El otro, el mismo (1964)
Para las seis cuerdas (1965)
Elogio de la sombra (1969). Poesía y prosa.
El oro de los tigres (1972). Poesía y prosa.
La rosa profunda (1975)
La moneda de hierro (1976)
Historia de la noche (1977)
La cifra (1981)
Los conjurados (1985)
Ensayos
Inquisiciones (1925)
El tamaño de mi esperanza (1926)
El idioma de los argentinos (1928)
Evaristo Carriego (1930)
Discusión (1932)
Historia de la eternidad (1936)
Otras inquisiciones (1952)
Prólogos con un prólogo de prólogos (1975)
Borges oral (1979)
Siete noches (1980)
Nueve ensayos dantescos (1982)
Atlas (1984)
Póstumos
Textos cautivos (1986)
Biblioteca personal (1988)
Prólogos de La Biblioteca de Babel (1995)
Borges en Sur (1999)
Borges en El Hogar (2000)
Arte poética (2000)
Borges profesor (2002). Curso de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires.
El aprendizaje del escritor (2014). Transcripción del seminario sobre escritura que dictó en Columbia, en 1971
El tango. Cuatro conferencias (2016)







EL GOLEM


Si (como el griego afirma en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa,
en las letras de rosa está la rosa
y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Y, hecho de consonantes y vocales,
habrá un terrible Nombre, que la esencia
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.


Adán y las estrellas lo supieron
en el Jardín. La herrumbre del pecado
(dicen los cabalistas) lo ha borrado
y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre
no tienen fin. Sabemos que hubo un día
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
en las vigilias de la judería.

No a la manera de otras que una vaga
sombra insinúan en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
de Judá León, que era rabino en Praga.

Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
y al fin pronunció el Nombre que es la Clave.

La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.

El simulacro alzó los soñolientos
párpados y vio formas y colores
que no entendió, perdidos en rumores
y ensayó temerosos movimientos.

gradualmente se vio (como nosotros)
aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

(El cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó Golem;
estas verdades las refiere Scholem
en un docto lugar de su volumen.)

El rabí le explicaba el universo
"Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga."
Y logró, al cabo de años, que el perverso
barriera bien o mal la sinagoga.

Tal vez hubo un error en la grafía
o en la articulación del Sacro Nombre;
a pesar de tan alta hechicería,
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre,

Sus ojos, menos de hombre que de perro
y harto menos de perro que de cosa,
seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.

Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
ya que a su paso el gato del rabino
se escondía. (ese gato no está en Scholem
pero, a través del tiempo, lo adivino.)

Elevando a su Dios manos filiales,
las devociones de su Dios copiaba
o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
en cóncavas zalemas orientales.

El rabí lo miraba con ternura
Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)
pude engendrar este penoso hijo
y la inacción dejé, que es la cordura?

¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
madeja que en lo eterno se devana,
di otra causa, otro efecto y otra cuita?

En la hora de angustia y de luz vaga,
en su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?



1964


I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy solo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.

Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.






II


Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Solo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.



Nostalgia del presente


En aquel preciso momento el hombre se dijo:
Qué no daría yo por la dicha
de estar a tu lado en Islandia
bajo el gran día inmóvil
y de compartir el ahora
como se comparte la música
o el sabor de la fruta.

En aquel preciso momento
el hombre estaba junto a ella en Islandia.




Le regret d'Héraclite


Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca
aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach.


                                  Gaspar Camerarius, en Deliciae Poetarum Borussiae, VII, 16”.




(para profundizar en este dístico insuperable: http://www.milenio.com/firmas/luis_miguel_aguilar/regreso-Camerarius_18_466933329.html )











sábado, 3 de diciembre de 2016

Alejandra Pizarnik (Argentina, 1936 - 1972)



Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Estudió algunas materias de la carrera de Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia» en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965, «Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas», publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión. ©




Amantes

una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío

De "Los trabajos y las noches" 1965




13




explicar con palabras de este mundo

que partió de mí un barco llevándome



De "Árbol de Diana"


20 (de El árbol de Diana)
                                                               a Laure Bataillon

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe
  
Selección de Caminos del espejo
I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde
filoso de la noche.
III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé.
Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.
XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola.
Hay alguien aquí que tiembla.



César Vallejo

Poeta peruano nacido en Santiago de Chuco en 1892.
Impulsó la vanguardia latinoamericana.
Durante mucha parte de su vida sufrió grandes penurias económicas que nunca menguaron la calidad de su escritura.
En 1920 fue acusado injustamente y encarcelado durante más de dos meses, época en la cual escribió parte de su obra "Trilce".
Para escapar a las persecuciones de que fue víctima en el Perú, se marchó a Europa, recorriendo Francia, Rusia y España, en un esfuerzo inaudito por superar la etapa de decepciones y amarguras que sufrió en su patria. Trabó amistad con grandes intelectuales de la época, como Tristan Tzara, Louis Aragon, el pintor Juan Gris y Vicente Huidobro, entre otros.
Publicó en 1918 «Los Heraldos Negros» y «Trilce» en 1922. «España, aparta de mí este cáliz» y «Poemas Humanos», fueron publicados en 1939, después de su muerte.
Después de una vida de estrecheces económicas y tras una larga enfermedad, murió en París en 1938. ©




UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?




5 Nov 1937


César Vallejo

Juan Gelman

Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1930.
Hijo de inmigrantes rusos, se inició en la poesía desde muy pequeño, orientado por su hermano Boris quien fue un lector compulsivo. Abandonó su carrera de Química para dedicarse por completo al destino de las letras.
Salió de Argentina en 1976 durante la dictadura militar y vivió en el exilio en México, donde decidió fijar la residencia en forma definitiva.
De su obra poética se destacan las siguientes publicaciones:«Violín y otras cuestiones» en 1956, «En el juego en que andamos» en 1959, «Gotán» en 1962, «Los poemas de Sidney West» en 1969, «Fábulas» en 1970, «Salarios del impío» en 1993, «Sombra de vuelta y de ida» en 1997, «Incompletamente» en 1997 y «Salarios del impío y otros poemas» en 1998.
En 1997 obtuvo el Premio Nacional de Poesía en Argentina, el premio Juan Rulfo en el año 2000, en 2004 el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, en 2005 los premios Iberoamericano Pablo Neruda y Reina Sofía de Poesía,
y en el año 2007 el Premio Cervantes,
Falleció en México, el 14 de enero de 2014.

María la sirvienta.

Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con pajaritos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.

Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.

Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desdeluegoquerida.
En la comisaría fueron decentes con ella,
solo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de soñar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas.

Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.

Aquella noche las señoras y señores se perfumaban
con ardor
pero el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno, en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas
del alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.




El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,

esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.



Gotán 

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.